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Gallo Pinto: El Desayuno que Une a Nicaragua

  • Foto del escritor: Yessica Chavarría
    Yessica Chavarría
  • 2 jul
  • 2 Min. de lectura

Hay platos que se cocinan, y hay otros que se viven.

En Nicaragua, el gallo pinto no es solo un desayuno:

es la forma en que muchas familias empiezan el día,

es lo que se sirve cuando hay poco, y también cuando hay fiesta.

Es la receta que no falla, porque lleva más que ingredientes:

lleva historia, costumbre y sazón heredado.


Gallo pinto servido con aguacate, huevo frito y tortilla nicaragüense
Gallo pinto servido con aguacate, huevo frito y tortilla nicaragüense

El Gallo Pinto Nicaragüense: Sabor, Cultura y Tradición en un Solo Plato


Yo crecí viendo cómo mi mamá doraba la cebolla en el sartén…

ese olor siempre fue la señal de que venía algo bueno.

Los frijolitos con su sopita, ese meneo que no se enseña pero se aprende,

el arroz que se integra hasta que todo huele a casa.

Porque eso es el gallo pinto: casa servida en plato.


El secreto está en los detalles

El aceite justo, la cebolla bien dorada,

la sopita que pinta los frijoles sin que se sequen,

y ese fuego bajito que da tiempo a que el sabor se forme.


Mientras se cocina el gallo pinto,

mis manos ya están palmeando tortillas.

Porque en la cocina nica, el maíz no puede faltar.

El huevo se fríe al final.

Y el toque que nunca falta en mi casa:

el aguacate, que si está en temporada, no falta en ningún plato.


¿Quién no ha tenido un palo de aguacate en el patio?

O al menos conoce a alguien que sí.

Es fresco, cremoso, y equilibra perfecto el sabor del gallo pinto.


Y para coronar, el café

El gallo pinto no llega solo.

En mi mesa, lo acompaña una buena porra de café,

ese que huele fuerte, que despierta antes que el sol,

y que te abraza sin decir palabra.


En mi caso, lo acompaño con MiCafé,

porque su aroma me recuerda por qué me gusta tanto cocinar:

porque la cocina es un acto de amor,

y cuando se hace con lo que uno quiere, todo sabe mejor.


Más que receta, es identidad

Hoy te invito a que no solo sigás la receta,

sino que la hagás tuya, como lo han hecho miles de familias nicas por generaciones.


Porque el gallo pinto no necesita lujo,

necesita cariño, tiempo… y una buena tortilla para acompañar.



📌 ¿Querés la receta? Aquí va mi versión:


Ingredientes:

  • 2 tazas de arroz cocido (preferiblemente del día anterior)

  • 1 taza de frijoles cocidos con su caldo

  • cebolla blanca en cuadritos

  • 3 cucharadas de aceite

  • Opcionales (pero recomendados):

  • Huevito frito

  • Tortillas recién hechas

  • Aguacate fresco

  • Una buena taza de MiCafé


Preparación:

  • En una sartén, agregá el aceite y sofreí la cebolla hasta dorarla.


  • Agregá los frijoles con un poco de su caldo, la sopita y dejalos sofreír.


  • Cuando estén bien fritos, incorporá el arroz y empezá a meñarlo suavemente hasta que todo se integre.


  • Dejá a fuego bajo unos minutos hasta que el gallo pinto agarre ese colorcito tostado.


  • Serví caliente, con huevo, aguacate y café.

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